"Me arreglo en 5 minutos y salgo" |
En este
ancho y vasto mundo existen pocas culturas que no celebren, con mayor o menor
pompa, el paso que se produce en todo ser humano durante la adolescencia, por el
cual el niño se transforma en hombre y la niña en mujer y todo se vuelve
bastante más difícil desde ese momento. Aunque alguna cosa buena tiene, dicen.
En cada país hay un rito diferente y a una
edad diferente, aunque normalmente se produce en un rango entre los 15 y los 21
años, si bien en algunos países de África puede ser considerada a los 13 años.
Así en
Norteamérica son los sweet 16, en buena parte de Latinoamérica la llamada quinceañera,
en ambos casos un cumpleaños más celebrado que los demás, con un mayor número
de invitados, puesta de largo en la mayoría de casos y otros tantos ritos que
cambian ligeramente en unos, sustancialmente en otros, en función del país en el que se celebre y del
poder adquisitivo del que disponga la familia. Curiosamente, a todos los
efectos legales, la edad adulta llega en estos países en otro momento (en
algunos a los 16 y en la mayoría a los 18), pero eso no es óbice para que la gente
monte un buen sarao a las primeras de cambio.
Japón, por
su parte, celebra la mayoría de edad a los 20 años (algo tardío, pero dentro de
lo normal), al igual que otros países del sudeste asiático -el caso de Corea
del Sur no deja tampoco indiferente, ya que allí se considera que los recién nacidos
tienen un año de edad, por lo que siempre convendrá calcular a la baja-.
Los trooper se cuelan en todas las fiestas |
A fin de
cuentas el día de la celebración es el segundo lunes de enero desde hace
unos años -antes estaba estipulado el 15 de enero, pero se cambió recientemente-.
Para los
japoneses supone un momento muy importante, ya que pasan de ser considerados
niños para convertirse en adultos a todos los efectos -no olvidemos que el
sentido del deber está muy instaurado en la mente colectiva nipona, mucho más
que en otros países, lo que no es ni mejor ni peor, pero sí diferente-.
La ceremonia
cuenta con el cargo electo -el alcalde- de la localidad en cuestión por lo que será
casi privada o completamente multitudinaria, según la región en la que se
celebre y algún otro ponente que hablará de las responsabilidades que tiene una
persona como adulta -un fiestón no apto para cardíacos-.
Acto
seguido, en función de la tradición propia o la religión, de tenerla cada cual,
los muchachos acudirán al templo o pasarán directamente a la parte común: la
celebración con los amigos o la familia.
La ceremonia presenta, más o menos, este aspecto |
Por
descontado, las mujeres lucirán sus mejores kimonos -denominado furisode-
aunque también alguna estola o similar, ya que, no olvidemos, sigue siendo
enero y el clima no está para ninguna concesión. Cuidarán el detalle al máximo, especialmente en el peinado y maquillaje. Algunas japonesas más atrevidas, muy influidas por artistas como Lady Gaga o la propia japonesa Kyary Pamyu Pamyu han comenzado a incluir looks tremendamente estridentes, al combinar la profunda tradición con peinados imposibles de colores irreales, entre otras cosas.
Los hombres
habitualmente llevaban también su vestimenta tradicional, pero, mientras que
las mujeres todavía mantienen este atuendo, los hombres han cambiado dicho
hakama por un traje al uso, aparentemente más cómodo y moderno. En este aspecto, tampoco los hombres se libran y son cada vez más los que empiezan a aparecer con "postizos" que lejos quedan de la tradición.
Como colofón
y ya que Japón es un país con muchos contrastes, debido a su distribución
geográfica, en Okinawa, su región más
austral, sí que mantienen buena parte de las tradiciones, pero un sector cada
vez más amplio de la juventud, provoca disturbios cada año, a cada cual más
llamativo, por una disputa realmente estúpida en sus inicios: cada pueblo
comenzó a lucir un color en sus kimonos tradicionales -los hombres-, de manera aparentemente
aleatoria, y desde entonces, cada región ha intentado llamar cada vez más la
atención, por descontado portando su colorido atuendo para demostrar cuál es la
“mejor”.
Las televisiones
y otros medios nacionales se hicieron eco al principio, pero dado que las
tonterías van a más y no tienen visos de terminar, han comenzado a dejar de
darles bombo y que sean las autoridades del lugar, cada vez más atareadas, las
que resuelvan el asunto como mejor puedan.
Un servidor no pertenece a ninguna cadena así que, de manera completamente desinteresada y como material etnográfico, aunque tampoco es que tenga gran calidad en este aspecto, dejo una vídeo ilustrativo sobre la celebración en dicha región y como se van algunas cosas de las manos:
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