sábado, 24 de enero de 2015

Japonés II (nihongo ni, にほんご に, 日本語 二): kanji

Las tradiciones japonesas son una auténtica mina de oro por su complejidad, exotismo y variedad, pero conviene volver a la escritura, para variar. 

Una pequeña lista "de andar por casa" (ampliar para ver)
Hoy propongo un acercamiento a la parte más compleja, nada menos. No pretendo analizar kanji por kanji porque es inviable, sino aportar un punto de vista, como viene siendo habitual, personalísimo, pero compartido por varios hispanohablantes residentes en Japón.

En primer lugar, una pregunta sin mucha malicia para entrar en calor:


¿Quién demonios inventó cada kanji? A los buenos señores que se les ocurrió semejante idea 

    a) Sin lugar a dudas les sobraba una barbaridad de tiempo libre

  b) Tenían una imaginación desbordante y una capacidad de abstracción que ya quisiera Kandinsky, y

    c)  Nos la jugaron bien a todos aquellos que nos propusimos aprenderlos

No son otra cosa que sinogramas, logogramas o ideogramas, que hasta aquí cualquiera se queda con la misma cara que antes de leer la definición (al no enterarse de nada en absoluto, como es natural). 

Los kanjis siempre proceden de alguna imagen
Al igual que sucede con los silabarios hiragana y katakana, tras estudiarlos, la satisfacción de entenderlos y aplicarlos es grande, pero en este caso, este sentimiento se ve contrastado frontalmente con la frustración de desconocer muchos más de los que se conocen, ya que su número es de varios cientos de miles, aunque la lista oficial de los que se manejan habitualmente no supere los 2000 (que no son pocos ni tampoco sencillos).

Hay varios niveles que van desde el más sencillo, con pocos trazos hasta otros muy complejos e intrincados. El primer nivel se podría considerar incluso fácil dado lo que está por llegar, pero a partir del tercer nivel, de los cinco en los que se configuran, muchos son extremadamente similares y cuestan de verdad, aunque todo es ponerse (Pocholo dixit).

El mismo kanji (pescado) con su variedad particular
Muchos son compuestos, esto es, para escribir atún, es necesario el kanji “pescado” con un añadido, como pasará con todos los peces y mariscos (aunque los bivalvos tienen el suyo propio) y hasta con las ballenas, pese a no ser estrictamente peces, etc… 

Lo mismo sucede con los metales, que en su mayoría se derivan del kanji “oro” con otra parte postiza y así sucesivamente. En contra de lo que pueda parecer, resulta más fácil estudiarlos de esta manera, ya que, agrupados por temática, parecen tener más sentido.

Por si fuera poco, una cosa es entender (y tratar de transcribir, o dibujar, más bien) un kanji impreso y otra muy distinta intentar hacer lo mismo con aquellos hechos a mano, donde la caligrafía (un arte a la altura de la arquitectura, escultura o pintura en Japón sino está directamente por encima de ellas) de cada persona influye -del mismo modo que en el resto del mundo, pero, si cuesta entender lo que escriben algunos en castellano, habiendo unas pocas letras, háganse una idea cuando las posibilidades pueden ser casi infinitas-. Ni la máquina enigma de los alemanes. Bien pensado, seguramente por eso se aliaron en aquel tiempo, porque lo llevaban realmente mal ante este sistema que no precisaba siquiera de una máquina de decodificación al ser suficientemente complicado per se.

La caligrafía o shodou, todo un arte
Incluso entre los nipones, aprender kanji es complejo, lo fomentan con concursos de caligrafía -pregunten entre los muchachos nipones quién no ha ganado un concurso de habilidad de este tipo y se encontrarán una sorpresa-. Curiosamente, en la sociedad china, de la cual proceden la mayoría de éstos -los ideogramas, no los japoneses, que yo sepa, aunque de algún sitio vendrán-, están muy preocupados por la pérdida paulatina de la capacidad de los jóvenes para escribir, ante la avalancha tecnológica y Japón en varias ocasiones ha manifestado algo parecido, pero para que eso ocurra, de momento queda bastante tiempo, aunque sería triste.

Podría pasarles, por ejemplo, que empezaran a tatuarse (aunque lo del tatuaje es algo tabú en Japón) algún kanji que otro sin conocer su significado, algo muy extendido en Occidente, y sin darse cuenta, llevaran sinsentidos (una vez más, como en Occidente), para regocijo de los eruditos…

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