De esto... |
Esta semana y coincidiendo con su estreno en Japón (tan
rápidos para unas cosas y tan lentos para otras, pese a haberla coproducido),
es de recibo hablar del kaiju (monstruo) Gojira, más conocido en Occidente como
Godzilla.
Es uno de los seres más icónicos de Japón, por no decir el
que más, el último vestigio de los dinosaurios, ya de por sí tirando a grandes,
mutado con radiación, que en vez de provocarle algún tipo de cáncer, como suele
ser lo normal, le proporciona un tamaño mayor y un sinfín de “armas” y poderes.
Godzilla es el más grande, el námber wan, el amo, surgido a mediados del Siglo
XX de la mano de los estudios nipones Toho, como producto de la fiebre nuclear
de aquella época pero también el miedo a sus consecuencias tras las bombas
nucleares (ironías del destino, tristemente, en este aspecto la realidad ha
superado a la ficción en Japón en los últimos años, lo que de una manera u otra
cerraría un círculo más negro que el azabache).
...a esto hay un mundo. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? |
La bestia en cuestión ha cambiado de aspecto (desde
marionetas o muñecos con señores dentro con decorados y maquetas, digámoslo sin
tapujos, cutres, hasta bien entrados los 90). Las producciones niponas, como el
resto de países, no pueden competir con el todopoderoso Hollywood, que por otra
parte ha realizado las dos últimas cintas (remakes, los dos muy flojos de guión,
aunque visualmente impresionantes, especialmente la última: aplicado a
cualquier película de los últimos 20 años ¿se darán cuenta las productoras
algún día de que por muchos efectos, sin guión la película no vale nada?, lo
dudo enormemente) con unos monstruos hechos por ordenador que te dejan con la
boca abierta: es su punto fuerte y quizá el único, como digo. Ha pasado de 50
metros de altura iniciales a 100, de otros 100 metros de longitud a más de 200
y de 20.000 toneladas de peso a 90.000, en función de las épocas, pero con una
tendencia claramente ascendente, porque como dice el dicho, caballo grande,
ande o no ande. El Godzilla original parece la cría del actual (también han hecho películas sobre su prole).
Lo más curioso del asunto es que en unas ocasiones aparece
como malvado -especialmente al principio-, destrozando todo lo que aparece a su
paso (que va a hacer, si no hacen más que poner edificios en su camino) y en
otras tirando a amigable, en un fenómeno muy humano, por cierto: cuando hay un
enemigo común, no queda otro remedio que aliarse.
Con teasers así y una gran banda sonora, el remake de 1998 lo tenía todo para triunfar. Sin embargo...
Por si no fuera poco con el tamaño colosal (qué comerá el
bichillo y ni se imaginen las deposiciones, que eso no aparece en la película,
pero dará para fertilizar Japón, China, India y parte de Rusia), cuenta con una
extensa lista de superpoderes tales como:
Godzilla ha crecido en lo mediático y de tamaño con el tiempo |
Aliento atómico:
lo que tienen muchos cada mañana, pero generando luz además (he aquí la
diferencia) y matando a aquellos incautos que se pongan delante. Teniendo esta
habilidad lo extraño es que pelee de cerca.
Una cola de
impresión: como rezan las fotocopiadoras de todo el mundo a modo de guiño
al lagarto radioactivo, esto lo tiene en común con menos humanos ya, si acaso
Nacho Vidal y algún otro afortunado. Es muy versátil (la del lagarto, digo),
que, a modo de látigo le permite destrozar inmuebles con más facilidad que los
guiris en Mallorca y diversos puntos de la costa levantina, impulsarse para dar
patadas, como si de un canguro se tratara o, si la cosa se pone fea de verdad,
utilizarla de manera prensil, para asfixiar a sus víctimas (a las de un tamaño
similar, se entiende, mucho tino tendría que tener para agarrar a un humano
chiquitín).
Así visto, no es tan fiero el león como diseñan sus juguetes |
Otros poderes
nucleares y magnéticos: dentro de la extensa lista de bondades que posee
Godzilla, aparecen algunas como las aquí mencionadas. Menudo currículum…
Por último, la capacidad de vivir tanto dentro como fuera
del agua, como un anfíbio, le
convierten en un ser completamente todoterreno, explicando que surja de la nada
tras largos periodos sin ser avistado y que se mueva con soltura en tierra
firme. Godzilla proviene del japonés gorira (gorila) y kujira (ballena), lo que
intenta explicar su tamaño y su capacidad para vivir en ambos medios con
facilidad. Lo gracioso del asunto es que se parece más a un lagarto que a los
mencionados. En películas antiguas, incluso, poseía gestos humanos (además de
matar a otros humanos, algo muy típico nuestro) y razonaba, llegando mostrar
más sentido común que cualquiera de los que aparecen en Hermano Mayor, pero siendo
mucho menos destructivo.
"Deja de cogerme por el cuello y baila conmigo" (Godzilla) |
Por otra parte y para concluir, también tiene enemigos, con nombres tan
exóticos como Biollante, Kiryu, Ghidorah, Hedorah y recientemente M.U.T.O.
(alguno hay más familiar como King Kong o Megalon y otros tan poco originales
como Mecha-Godzilla) que son siempre seres igualmente monstruosos. Eso sí, un
poco más débiles o más pequeños, lo que le confiere a esta lagartija
digievolucionada (concepto nipón donde los haya) esa ventaja
suficiente para acabar con todo aquello que se le ponga a su paso.
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