sábado, 3 de mayo de 2014

Visitando Tokio: Las dos torres (futatsu no tawaa,ふたつのタワー, 二つのタワー)


El templo de Zozoji y Tokyo Tower de fondo: sublime

Es momento de continuar con el repaso a los principales destinos de la capital nipona con el tercer post dedicado a tal efecto, tras Akihabara y Tokio Central.

Como si de un libro de “El señor de los anillos” se tratara, los tokiotas -a los turistas también se les deja, si son buenos- pueden disfrutar de sus dos torres, Tokyo Tower y Skytree Tower, eso sí, siempre que el tiempo lo permita.

La primera es verdaderamente parecida a la Torre Eiffel parisina, aunque la comparación es odiosa y siendo justos, la francesa, además de ser la original, es mucho más monumental, si bien la japonesa también tiene un encanto particular, especialmente contrastada con el templo de Zozoji, con su horizontalidad característica, formando un conjunto espectacular, imperdible e impagable. Eso sí, la estructura de ambas torres es bastante similar. 

Torre Eiffel Vs. Torre de Tokio. Para gustos, los colores, y nunca mejor dicho

Como la asiática es posterior -data de 1958- y por aquello de “yo la tengo más grande”, también se construyó más alta -apenas unos metros- , aunque perdió tal condición en 2012, junto con su antena analógica pasando de sus 333 metros originales a sus escasos 315 -una consecuencia tangencial del seísmo de 2011, que la dañó estructuralmente-, superada al fin por su predecesora gala, con sus inamovibles 324 metros de altura (como son metálicas, por culpa del calor ambas dilatan unos centímetros en verano, pero esa es otra historia).

Comparativa entre las dos
Esta torre rojiblanca -debido a una regulación de aviación, que los colchoneros no se vengan arriba, o no por esto, al menos-, se encuentra en el distrito de Shiba, junto al barrio de Roppongi, uno de los más caros de Tokio (¿qué no lo es?) famoso, entre otras muchas cosas, por ser sede de infinidad de embajadas, entre la que, como no iba a ser menos que las demás, se encuentra la española.

Skytree Tower, sin embargo, impresiona. Y mucho. Desde abajo y desde arriba. Desde lejos y desde cerca.

Ubicada en el barrio de Sumida, al noreste de la capital, es llamativa tanto desde abajo, porque provoca dolor de cervicales únicamente tratando de atisbar su pico, con sus 634 metros de altura y arriba, dejando a los demás edificios de la capital a la altura del betún, por muy altos que sean. Su alargada figura se divisa desde prácticamente cualquier punto de la ciudad, siendo especialmente notable desde la vecina Asakusa, de la que hablaré en una próxima edición.

Tokio, con Skytree y el Fuji de fondo: sólo los días soleados

Se alza majestuosa, casi altiva en una de las ciudades más grandes del mundo, permitiendo a sus visitantes observar casi todos los barrios -el otro barrio sólo se ve si se tira uno desde arriba, pero no es muy recomendable-, el monte Fuji (determinados días, con las condiciones favorables) y mucho, mucho más (no es el primer “mira, desde aquí se ve mi casa” que he oído allí y eso solamente en el piso intermedio, verídico, aunque creo que el español de turno exageraba, pero vaya usted a saber).

Skytree es, hoy día, el observatorio más alto -que no el edificio-
Subir no es barato ni sencillo -bueno, sencillo es, en el término estricto de la palabra: el ascensor va como un tiro, rápido y eficiente, lo que es difícil es la espera para subir-. Además del desembolso de más de 2000 yenes hay otros extras que incrementan si cabe más la factura -ascender a los cielos, vamos, llegar al piso más alto son otros 1200 yenes más, entre otras cosas-, eso sí, todos ellos opcionales.

En el caso de Skytree Tower una recomendación interesante es conseguir los tickets por internet, con anterioridad (de al menos 3 días) para ahorrar la hora y media larga de cola. Es un poco más caro, pero merece la pena. No es fácil, es cierto, ya que las páginas para conseguirlo están usualmente en japonés, pero son esfuerzos que a la larga, compensan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario