sábado, 20 de diciembre de 2014

Preguntas y respuestas II (shitsumon to kaitō ni, しつもんと かいとうに, 質問と回答二)



La vida está llena de preguntas. Unas tienen solución (las menos, tristemente y no siempre las correctas) y otras no. Sobre las costumbres de los japoneses, la mayoría tienen una respuesta enrevesada pero desde el blog, humildemente, trato de responderlas como buenamente puedo. Juzguen ustedes mismos en esta segunda y de momento última tríada de cuestiones:

¿Por qué las calles no suelen tener nombre? Y lo más importante. ¿Cómo pueden organizarse con este sistema?

Aquí conviene decir que, como residente en Japón, seguramente estaría perdido si no fuera por Google Maps y el GPS, pero lo cierto es que el sistema funciona y la gente llega a sus destinos, los paquetes, cartas y propaganda también. No obstante, las avenidas principales sí tienen nombre, pero son una minoría.

El sistema es complejo (reconocido por los propios japoneses), basándose en el distrito, que sí tiene nombre, para seguir con unas demarcaciones (barrio chome (丁目), manzana ban () y bloque-edificio go (),) que podrían parecer arbitrarias (y tal vez lo sean), pero que, como ya he dicho, funcionan sin demasiados problemas. Así las direcciones rezan algo así: Shibuya, 2-3-2 y después el número de la planta y el número o la letra correspondiente al piso. Como bonus extra, para añadir quizá mayor hándicap para los turistas, los edificios en Japón no tienen planta baja o planta 0 (cero) sino que comienzan desde la primera planta. Son unos cachondos. 

¿Por qué los japoneses conducen por la izquierda?

Resulta curioso, es cierto. Mucho más teniendo en cuenta que son de los pocos países que no han sido colonia inglesa estrictamente hablando (Inglaterra ha tenido gresca con casi todos los países del mundo a lo largo de su historia, son buena gente, pero un poco batalladores), se han disputado algunas islas, pero no se puede decir que Japón como país haya sido colonia. 

No obstante, lo que sí han hecho bien los ingleses son las líneas ferroviarias y otras comunicaciones. Tan bien que, cuando Japón- que hoy es puntera en este aspecto y mira por encima del hombro a cualquier otro país- comenzó a desarrollar su infraestructura actual de trenes e incluso sus carreteras más emblemáticas, que en estas fechas cumplen 50 años, fueron ellos, los hijos de la Gran Bretaña, los que ganaron el concurso público en el que participaron también Francia y EEUU, que se quedaron con dos palmos de narices viendo cómo, ya de paso, los británicos imponían su sistema siniestro -se mire como se mire- y los nipones, muy respetuosos ellos, especialmente ante el trabajo bien hecho, decidieron mantenerlo.

Para un occidental sin experiencia en estas lides, entre la escritura de kanji en los letreros, la ausencia de nombre en las calles y el sistema opuesto de conducción, la conducción se puede volver una auténtica misión imposible.

¿Por qué se pixelan las películas X? (las otras no necesitan pixelado, ya que no se enseña nada)
 En Japón hay un sistema de censura. Esto es así. Es uno de los países más evolucionados del mundo en determinados ámbitos -en algunos directamente no tiene rival-, pero para ciertas cosas sigue siendo tradicional hasta el tuétano y muy restrictivo con comportamientos que se salen de madre. Puestos a hilvanar temas y ya que la pregunta cierra el post que así comenzó la semana pasada, los ingleses que comenzaban siendo protagonistas directos de la pregunta de las carreteras, también se han apuntado a la moda de censurar las conductas sexuales de sus conciudadanos, con airadas protestas al respecto.

No es que sea nada nuevo. Todos los países tienen un organismo que juzga qué películas son aptas para determinado público y qué películas no lo son. En Japón lo que hacen es ir más allá y exigen que las partes pudendas de los que se prestan a la faena se tapen de alguna manera, ya sea con un mosaico o pixelado, ya sea directamente con una franja negra, que quita bastante realismo a la situación, todo hay que decirlo. La curiosidad principal radica en que son las propias productoras las que, al menos dentro de sus fronteras, se encargan de todo este engorroso proceso (nunca como aquí dicho adjetivo) ya que si no, el departamento  de visionado y catalogación lo corta de raíz.

Como toda censura, acaba saliendo por otra parte y no es extraño ver desviaciones muy, pero que muy severas con fetichismos extraños, morbosos, sórdidos y asquerosos, muchas veces contados por medio del hentai, el manga/anime de carácter erótico/pornográfico en el que lo más suave es un bukkake (si no saben lo que es, no hace falta que lo miren tampoco, del que sólo digo que es una creación made in Japan) y de ahí a cosas raras, pero raras de verdad, hay un paso.

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