sábado, 5 de abril de 2014

Cerezos en flor (sakura no hana, さくらのはな, 桜の花)



La flor del cerezo, gran protagonista
Uno de los eventos por los que es mundialmente conocido Japón es la Sakura, momento en que los cerezos se encuentran en flor, conformando arboledas de gran exuberancia por el día y algo inquietantes pero de gran belleza por la noche.
Es un acontecimiento esperado ya que, en esencia, marca el comienzo de la primavera. Otros árboles y plantas florecen antes, como el ume, más pequeño que el cerezo aunque con grandes similitudes y unas flores algo más rosadas pero igualmente, aunque el espectáculo es altamente recomendable también. Los citados árboles tienen
un fruto muy similar a las ciruelas, que se vende en

Desde el blanco más puro...
 forma de encurtido, y que, como es natural, presenta un sabor extremadamente amargo, que vuelve locos a los japoneses y echa para atrás a los forasteros -algo similar pasa con el nato que suelen desayunar-.

Durante el florecimiento de los cerezos hay dos etapas: la primera en el momento en el que las flores cubren todas las ramas y la segunda, aproximadamente una semana más tarde (diez días a lo sumo), cuando todas esas flores se han ido depositando en el suelo formando una especie de manto blanco o rosado.

...al rosa, toda la gama es posible
El hanami (literalmente contemplar o mirar las flores) es un acontecimiento que tiene lugar a lo largo de todo Japón durante la sakura especialmente. Fruto de muchos años de tradición y respeto a la naturaleza, conciben esta observación como un bello espectáculo (aunque también siendo conscientes de lo efímero de las cosas, perfectamente representado por las flores). Tanto es así que, pese al ritmo frenético de trabajo que suelen llevar los nipones, quien más quien menos se toma un pequeño descanso para ir con los amigos o los compañeros de trabajo a reposar, comer, beber, preferiblemente sake -lo que se entiende en cualquier otra región como un picnic- y divertirse (desde karaoke hasta espectáculos más elaborados).

Los japoneses se divierten a la sombra de los cerezos...
Por la noche, la fiesta se mantiene gracias a los farolillos o yozakura, que iluminan los cerezos si bien otorgándoles un aspecto cargado de melancolía. 

El atractivo que posee es tal -unido a la profesionalidad de los nipones, que están en todo y siempre al detalle-, que cada año elaboran un mapa detallado, cual predicción meteorológica, del florecimiento de los cerezos en función del punto geográfico (comenzando en la región más meridional que poseen -Okinawa- y finalizando en la más septentrional -Hokkaido-). 

...o a la luz de los candiles
Dado que el país es sumamente alargado, la diferencia entre una zona y otra puede llegar a ser de más de un mes. La predicción, por su parte, es sumamente precisa.
Los diferentes tipos de cerezos florecen con infinidad de tonalidades, que van desde el blanco más puro hasta el rosa (como si de un cuadro de Sorolla se tratara), generando composiciones tan destacadas como las conseguidas en el castillo Himeji en Hyougo o el Santuario Heian de Kioto o lugares exclusivos como la arboleda del Jardín Sankeien en Yokohama.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por el blog y gracias por compartir Japón. Saludos desde Madrid, de un burgalés.

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