sábado, 22 de febrero de 2014

Baño (ofuro, おふろ, お風呂)



Ir al balneario no es precisamente una moda nueva en Japón
Hay pocas cosas que a los japoneses que les gusten más que, como decían antiguamente en España, irse “a baños”.

Desde los mayores hasta los más jóvenes, aunque los más pequeños no lo disfrutan igual y le quitan la gracia a la atmósfera de relax (hay spas y balnearios que sólo permiten el acceso a los mayores de 15 años-.

Antes que nada, una buena ¿ducha?
 La intensa actividad volcánica a lo largo y ancho de Japón tiene ciertas desventajas, con los seísmos que trae aparejados en muchas ocasiones, pero cuenta con una red de aguas termales que ya la quisieran muchos países, exceptuando Islandia y algún otro, aunque contados.

Esto ha creado impronta entre los nipones que acuden con cierta asiduidad, tanto a los baños reales como a los spas cuidados a mimo, aunque no sin ciertas curiosidades que conviene reseñar:

Entrada para mujeres, como su propio kanji indica
 

-En primer lugar, hay que explicar que los japoneses se suelen asear (cuando se duchan especialmente) sentados en un pequeño taburete y acompañando una tina a la ducha con la que remojarse. Esto se observa tanto en los termales como en los spas, donde, antes de empezar el recorrido que tienen preparado y por higiene, dedican unos minutos a esta labor.

- Acto seguido tienen unas normas bastante estrictas: hay que ir desnudo, por lo que tienen partes perfectamente separadas para hombres y mujeres, aunque en algún balneario pequeño de un pueblo remoto es posible encontrar balnearios mixtos, aunque no gozan de gran popularidad. 

Esto no puede quedar muy lejos del paraíso...
- El agua está en torno a 40-42 grados centígrados en la mayoría de balnearios. Para los japoneses no es un gran problema ya que están perfectamente acostumbrados (incluso las bañeras en casa se suelen poner a estas temperaturas o superiores), pero para los extranjeros puede suponer un problema al principio -a todo se acostumbra uno-.

-En tercer lugar, los spas están equipados habitualmente con todo tipo de baños (turco, sauna seca, el caldarium y frigidarium romanos, pero modificados a los tiempos que corren, que los japoneses están a la última) y un sinfín de piscinas de una índole u otra para que el tiempo pase volando y tras un día duro de trabajo salga uno relajado y pidiendo cama para dormir como un niño chico.

Balnearios mixto (minoría): mejor explicado, imposible
 -Por último, los balnearios (llamados onsen en japonés), por otro lado suelen estar incluidos en hoteles que aglomeran todos los tópicos tradicionales -no lo hacen por atraer al turismo extranjero ya que son los propios japoneses los que van a estos sitios- con comida muy elaborada en sus restaurantes y habitaciones -muchas veces familiares- con suelos de tatami y gruesos futones para dormir con comodidad. Otorgan a los presentes un yukata (en pocas palabras, un kimono informal, ya he hablado largo y tendido sobre ellos) con el que se pasearán por la instalaciones con comodidad. No faltan tampoco los estanques repletos de carpas (koi) más grandes que el brazo de un culturista. El agua de cada uno de estos baños posee propiedades únicas y beneficiosas, por lo que tienen gran demanda.

Plácido y relajado fin de semana para todos.

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