sábado, 25 de enero de 2014

Visitando Tokio: Akihabara (あきはばら, 秋葉原)

Un día cualquiera en las calles de Akihabara
 Los barrios tokiotas son un auténtico mundo. Cada uno el suyo, además. Con esto quiero decir que Tokio tiene tantas caras como barrios y cada cual tiene sus peculiaridades.
 
No descubro nada nuevo. 
Sigue siendo lo mismo bajo el sol (naciente, eso sí), pero para sacar partido a una enorme ciudad como esta conviene conocer qué visitar y bajo que circunstancias.


Las AKB48. Son muchas más, pero no entraban en la foto
Comienzo por Akihabara (Akiba le dicen algunos), cuna del grupo pop más numeroso que conozco hasta la fecha, las AKB48, una suerte de muchachas, generalmente disfrazadas de colegialas (idols que derrochan originalidad por todos los costados…) en uno de los negocios musicales más lucrativos que he visto. Son legión (iban a ser 48 en un principio, de ahí su nombre, pero se les empezó a ir de las manos y son aproximadamente un centenar con diferentes “equipos”, a su vez). Lo cierto es que podría tratarse del primer grupo que llena más el escenario que las butacas, si no fuera por su enorme popularidad. Eficientemente se distribuyen para aparecer en pequeñas hordas en televisiones, medios de comunicación, dar conciertos, etc. Están en todas partes y en el barrio más freak del planeta son las reinas actuales.

Las meidos repartiendo propaganda de sus cafés
Ellas y las meidos (traducción japonesa fonética de maid inglesa), que regentan numerosas cafeterías y garitos (algunos un tanto sórdidos, aunque, hasta donde conozco nunca van a más): chicas disfrazadas de sirvienta francesa con complementos más orientales como orejitas de peluche (algo icónico que aquí aparece por doquier), que tratan de atraer a propios y extraños.

Pero Japón es tierra de contrastes extremos y Akihabara no lo es menos. Como decía, es probablemente uno de los lugares más freaks del planeta y lo es por dos motivos concretos y bien diferenciados entre sí, incluso en alturas, ya que el primer caso se suele ubicar en la planta baja de los edificios (a pie de calle), mientras que el segundo suele estar en el interior de los mismos ocupando varias plantas:

¿Un fusible descatalogado, una pieza imposible? Razón aquí
   a) La electrónica: hay de todo. De verdad, DE TODO. Nuevo y viejo, componentes imposibles de conseguir en cualquier otro lugar, cachivaches increíbles, las consolas y ordenadores más nuevas del mercado y las más retro y olvidadas funcionando a la perfección, para deleite de la mayoría que lo visita y sabe a lo que va.
Además de las grandes superficies que se arremolinan en torno a la estación del tren, con lo último en informática, televisión, música, cámaras y un larguísimo etcétera, existen infinidad de pequeños pasillos y callejuelas llenos de pequeños puestos donde comprar lo que uno pueda imaginar, siempre y cuando lleve cables, pilas o baterías. Cuenta la leyenda que es posible crear robots propios con los materiales que allí se venden (habrá que ver también cómo serán los robots resultantes, claro, pero todo es posible en este lugar).


No hay colección inacabable en Akihabara
      b) El coleccionismo de manga/anime: y otras tantas cosas que los muchachitos nunca confesarían a sus padres y menos todavía a sus novias, los que las tengan. Claro que cada vez son más las chicas que se adentran en este mundillo. Cartas (cards), figuritas, cómics y muchas otras cosas se pueden encontrar en tiendas especializadas que harán las delicias de cualquier otaku.


En lo que se refiere a las buenas gentes que pueblan Akiba, es necesario aclarar que la atmosfera cambia enormemente del fin de semana al resto, ya que los sábados y domingos se peatonalizan varias calles principales para permitir el libre desplazamiento de gentes. Además de las ya citadas meidos, no son pocos los que salen a la calle ataviados con algún vistoso disfraz (elaborados al detalle, porque esta gente no será otra cosa, pero perfeccionista, hasta el límite).

Los clásicos de 8 bits y muchos más por unos pocos yenes

Los restaurantes son como en el resto de Japón. Una interesante variedad de comida tradicional y las cadenas norteamericanas (aunque no son las únicas) que están en todos los sitios, amén de algún restaurante con comida internacional.


Quedan muchos rincones por descubrir en Tokio, pero tiempo habrá en otras ediciones. Por hoy, es todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario